¿Por Qué Querés Vender? La Importancia de tener motivación.

Motivaciones económicas

• Quiero una casa más cómoda porque me va bien.
• Necesito una propiedad más económica en términos de mantenimiento.
• Necesidad financiera
  •  

Motivaciones laborales

• Me cambian de lugar de trabajo.
• Recibí una oferta y planeo emigrar a otro país.
• Retiro/jubilación.
  •  

Motivaciones familiares

• Mudanza por matrimonio o nacimiento de hijos.
• Nuestros hijos se fueron y la casa ya nos queda grande (es más un deseo)
• Divorcio / Viudez
• Por reparto de herencia.

Las motivaciones detrás de la decisión de vender tu propiedad son claves para establecer un horizonte de tiempo realista para la venta. Si una propiedad permanece demasiado tiempo en el mercado sin venderse, generalmente es porque el propietario no tiene la motivación suficiente. 

En un mercado a la baja, esperar y dejar que el tiempo pase no es una estrategia recomendable. Si finalmente decidís vender en un momento de urgencia, lo más probable es que te veas obligado a hacer un ajuste de precio importante.

Por el contrario, en un mercado alcista, la mayoría de los inmuebles se mantienen dentro de la demanda y la tendencia del mercado trabajará a tu favor. Sin embargo, tener una motivación sólida sigue siendo esencial para asegurar una venta exitosa.

Si sos un propietario que quiere vender su propiedad, además de tener una motivación clara, es fundamental contar con realismo y capacidad para afrontar el proceso.

El realismo implica elegir un valor de publicación que esté alineado con la situación actual del mercado inmobiliario, tomando en cuenta factores objetivos y no basándote en razones personales. Recordá que el proceso de venta solo funcionará si el precio de publicación es competitivo. Tus expectativas deben coincidir con la realidad del mercado para evitar que la venta se extienda indefinidamente. Poner un precio alto para luego negociar no es una buena idea;  el precio debe utilizarse como un elemento de atracción. 

La capacidad, por otro lado, se refiere a la habilidad para gestionar el proceso de venta. Esto incluye asegurarte de que toda la documentación esté en orden, evaluar si la propiedad necesita reparaciones o mejoras, relevamiento de la propiedad, estar disponible para responder consultas, coordinar visitas y negociar con los interesados.

«Poner en venta»

Poner la casa en venta, en términos futboleros, sería como salir a jugar el partido sin actitud, sin decisión y sin un plan de juego claro. Quien pone su propiedad en venta de esta forma suele entregársela a varias inmobiliarias al mismo tiempo, pensando que, por tener más agentes involucrados, aumentarán los interesados. O, en otros casos, elige a una sola inmobiliaria simplemente porque le dijo el precio más alto, sin considerar otros factores importantes.

Esta actitud también se refleja en frases como: “Voy a ver qué me ofrecen”, “Veamos quién aparece” o “Tengo todo el tiempo del mundo para vender”. La falta de determinación y claridad en el proceso puede llevar a que la venta se demore innecesariamente, o incluso a que no se logre concretar.

Por lo tanto, antes de poner tu casa en venta, es fundamental evaluar si tenés motivación, realismo y capacidad para afrontar el proceso. Si no estás seguro de querer vender, lo más prudente es no poner tu propiedad en el mercado. Es preferible esperar hasta estar completamente decidido, para evitar complicaciones y decisiones apresuradas en el futuro. 

¿Estás listo para vender y querés hacerlo de la mejor manera? Contactanos para recibir asesoramiento personalizado y trabajar juntos en una estrategia que se ajuste a tus objetivos.